Anatoly Cherniaev estaba acostumbrado a que le llamasen el ‘alter ego’ de Mijail Gorbachov. Fue su asesor de política exterior durante los años convulsos de 1985 a 1991, en muchos momentos en los que el líder soviético estaba más solo que nunca.
El experimento modernizador, que además de abordar la política exterior se centró en el plano político y económico, no llegó a buen puerto. Pero lo cierto es que Cherniaev jugó un papel central en el intento de modernizar la Unión Soviética. Decían que todas las iniciativas de la política exterior puestas en marcha por Gorbachov en los años 1986 a 1991 llevan la marca de Cherniaev. De hecho fue la Fundación Gorbachov la que anunció su muerte.
Historiador y escritor, profundo analista de pelo blanco, Anatoly Sergeyevich Cherniaev nació en una familia aristocrática rusa el 26 de mayo de 1921, mientras en su país se libraba la guerra civil que siguió a la toma del poder bolchevique. Su abuelo había sido un general en el ejército zarista. Su camino, en cambio, se dirigió pronto hacia la ideología oficial de su época: el comunismo.
Tras luchar en la Segunda Guerra Mundial, Cherniaev estudió Historia en la Universidad Estatal de Moscú, donde enseñó historia contemporánea de 1950 a 1958. En 1961 se incorporó al Departamento Internacional del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, donde se convirtió en un destacado analista. Entre 1958 y 1961 estuvo destinado en Praga, donde le influyeron los intelectuales soviéticos más reformistas. Tal vez por eso años después Gorbachov vería en él un buen cómplice para su Glasnost -su nueva política de apertura- y la Perestroika, el último intento de modernizar la URSS.
Cherniaev fue un pararrayos de ideas, vivencias y lecturas. Empezó como asesor de política exterior del Gorbachov en 1986 y continuó aconsejando a su líder durante años. Ambos hombres están muy próximos. Cherniaev estaba con Gorbachov en su casa de vacaciones durante el golpe contra él en 1991, también cuando renunció al final de ese año. No sólo estuvo en los momentos malos. Vivió episodios históricos muy de cerca: estuvo al lado de Gorbachov en las reuniones cumbre con el presidente Ronald Reagan y Margaret Thatcher de Gran Bretaña, cuando la ‘línea dura’ soviética hacia aspavientos ante las posibles concesiones a Occidente.
Sus escritos han enriquecido los estudios sobre la URSS. En 2004, Cherniaev donó sus diarios de la época de Gorbachov al Archivo Nacional de Seguridad en la Universidad George Washington, que los publicado parcialmente en inglés. Tras años de tensiones con Occidente en plena Guerra Fría, su llegada permitió un acercamiento progresivo entre el Este y el Oeste. De eso tratan algunos de los seis libros que escribió, además de incontables artículos de análisis. “Con la caída del muro de Berlín quedó claro que el proceso era irreversible”, recordaba Chernyaev a los 95 años. Según él, las relaciones entre Gorbachov y George Bush se convirtieron rápidamente en “personales, incluso amistosas”. Según su entorno, en sus últimos años estaba muy desilusionado con la reciente deriva revanchista de Rusia bajo el presidente Vladimir Putin. Tenía la sensación de que se estaba echando por tierra todo lo que Gorbachov y él, con la ayuda de otros, habían intentado construir.
Cherniaev estuvo casado durante 47 años con Genya Vaynberg, que murió en 2005. Le sobreviven su hija, Anna Chernyaeva, y su pareja, Liudmila Rudakova.
Anatoly Sergeivitch Cherniaev (26 mayo 1921 – 13 marzo 2017)
Éste es un extracto del obituario publicado ayer martes 4 de abril de 2017 en EL MUNDO.