El líder opositor ruso Mijail Kasianov ha sido atacado esta noche mientras estaba en un restaurante de Moscú. Con un pastel.

Sí, con un pastel.

Los atacantes eran unas 20 personas que hablaban checheno, según han informado fuentes de la oposición.

Sí, checheno.

Lo que ha pasado está contado aquí.

Hace solo unos días que Kasianov, presidente del partido Parnas, denunció ante las autoridades rusas las amenazas de Ramzam Kadirov, el líder de Chechenia. Sí de Chechenia. Un vídeo mostrando a Kasianov filmado a través de una mirilla telescópica fue difundido a través de la cuenta de Instagram de Kadirov.

Creo que ésa ha sido la vez que Kadirov ha acusado de manera más directa a través de las redes sociales. Por cuando se difundió el vídeo escribí esto:

La jugada no pasaría de detalle de mal gusto si no fuese porque algunos asesinatos de activistas críticos con el presidente ruso, Vladimir Putin, han sido perpetrados en Moscú por personas de la confianza de Kadirov. Es el caso de Boris Nemtsov, de cuya ‘liquidación’ se cumplirá este mes un año. Kadirov ha recrudecido durante los últimos meses sus amenazas contra disidentes rusos, a los que se ha referido como «enemigos» y «traidores» a la patria.

Según ha dicho después Kasianov, los atacantes le amenazaron delante de todo el mundo. Lo más grave es que, aunque no ha resultado herido, en cuanto se ha producido el ataque en twitter había más chistes que información. Tomar como un episodio cómico lo que parece una advertencia es propio de una sociedad anestesiada.

Sí, anestesiada.

PD. Ah, y faltaba por hablar la estrella de la noche. Marta Ter me avisa:

@xaviercolas a Kadirov también le ha dado risa el asunto. Normal. Haga lo q haga, siempre le ríen las gracias. pic.twitter.com/07hMsxdqsE

— Marta Ter (@marta_ter) February 10, 2016