«Se hundió». Ésa fue la respuesta que Vladimir Putin dio, entrevistado en la CNN por Larry King, cuando fue preguntado qué pasó con el Kursk. Pero a bordo del submarino pasaron muchas cosas mientras en los despachos nadie hacía nada.
El hundimiento del submarino ruso Kursk, hace hoy 16 años, hizo al recién llegado presidente Vladimir Putin pasar sus primeros apuros ante la opinión pública. Sucedió durante unas maniobras en el Mar de Barents. El Kursk era un submarino nuclear, uno de los más grandes jamás construidos. Uno de los torpedos estalló, provocando una segunda explosión minutos después.
El mar se tragó 118 vidas. Fue la primera prueba de fuego para Vladimir Putin y «su primera mentira también», me contó Boris Kuznetsov, abogado de 55 familias de marineros muertos a bordo del Kursk. A las cuatro de la mañana del día siguiente el submarino fue localizado a 100 metros de profundidad. Pero los equipos de rescate noruegos no lograron alcanzar la escotilla hasta el 21 de agosto. «Para entonces estaban ya todos muertos», lamenta.
«Deberían haber dado la alarma de inmediato, pero no lo hicieron hasta las once y media de la noche, se perdieron doce horas muy importantes», explica desde su ‘exilio’ en EEUU. Allí ha obtenido asilo político después de que el gobierno ruso le abriese una causa criminal. De acuerdo con su propio testimonio, se trata de acusaciones de revelar secretos de estado al presentar ante un tribunal pruebas de escuchas ilegales a un miembro del Parlamento. Pero Kuznetsov cree que el objetivo es callarle después de que publicase un libro sobre el tema.
Mientras tanto se ha elaborado hasta un juego de ordenador sobre el desastre.
Kuznetsov, al que entrevisté el año pasado para EL MUNDO, cree que parte de la población «sí podría haberse salvado». Y recuerda que hay «una evidencia acústica», además de los daños en el casco, que demuestra que el combustible de un torpedo que estaba siendo preparado para el lanzamiento explotó. Y que la explosión provocó, en cuestión de dos minutos, otra detonación mucho mas fuerte de varios de los diez torpedos que había a bordo.
Se puede leer el artículo aquí.
Es un asunto recurrente, pero de nuevo vuelve la teoría de la conspiración, según la cual el submarino fue hundido por EEUU y/o el Reino Unido. La revista polaca Wprost ha vuelto a la carga. Aquí historia en inglés.