Serguei Polunin ha sido comparado con el legendario bailarín soviético Rudolf Nureyev por la perfección de su técnica. Políticamente, su relación con Moscú le ha llevado en dirección contraria a la del gran maestro del siglo XX. Lleva la cara del presidente Vladimir Putin, tatuada en el torso: «Creo que se esfuerza realmente en construir y en hacer cosas buenas».
Polunin cree que la reacción del público europeo a sus ‘posts’ en Instagram –criticando a «afeminados» pero también a gordos– indica que no existe una verdadera libertad de expresión en Occidente. Pero por otro lado, otro de los grandes momentos de su carrera fue su participación en el vídeo musical ‘Take me to church’, que se hizo viral en 2015, con más de diez millones de visitas en Youtube. La letra de la canción critica algunas ideas religiosas en cuanto a sus posturas sobre la homosexualidad.
Aquí, el vídeo.